miércoles, 28 de marzo de 2012

Autonomía de la voluntad



Taller 3


Biografía de Emmanuel Kant





Immanuel Kant fue bautizado como Emanuel pero cambió su nombre a Immanuel tras aprender hebreo.1 Nació en 1724 enKönigsberg (desde 1945, Kaliningrado, Rusia). Era el cuarto de nueve hermanos, de los cuales sólo cinco alcanzaron la adolescencia. Pasó toda su vida dentro o en los alrededores de su ciudad natal, la capital de Prusia Oriental en esa época, sin viajar jamás más allá de 150 km de Königsberg.2 Su padre Johann Georg Kant (1682–1746) era un artesano alemán deMemel, en aquel tiempo la ciudad más al nordeste de Prusia. Su madre Anna Regina Reuter (1697–1737), nacida enNúremberg, era la hija de un fabricante escocés de sillas de montar. En su juventud, Kant fue un estudiante constante, aunque no espectacular. Creció en un hogar pietista que ponía énfasis en una intensa devoción religiosa, la humildad personal y una interpretación literal de la Biblia. Por consiguiente, Kant recibió una educación severa —estricta, punitiva y disciplinaria— que favorecía la enseñanza del latín y la religión por encima de las matemáticas y las ciencias.


El joven estudiante


Desde el inicio de sus estudios, Kant mostró gran aplicación en sus investigaciones. Primero fue enviado alCollegiumFridericianum y después se matriculó en la Universidad de Königsberg en 1740, a la edad de 16 años.4 Estudió la filosofía de Leibniz y Wolff con el profesor Martin Knutzen, un racionalista que también estaba familiarizado con los desarrollos de la filosofía y la ciencia británica y que introdujo a Kant en la nueva física matemática de Newton. También previno al joven alumno respecto del idealismo, visto negativamente por toda la filosofía del siglo XVIII, e, incluso después de la creación de la teoría del idealismo trascendental, Kant refutó el idealismo en la segunda edición de su obra principal: laCrítica de la razón pura.


El infarto de su padre y su posterior muerte en 1746 interrumpió sus estudios. Kant se convirtió en un profesor particular en los pequeños pueblos alrededor de Königsberg, pero continuó su investigación académica. En 1749 publicó su primera obra filosófica, Gedanken von der wahrenSchätzung der lebendigenKräfte (Meditaciones sobre la verdadera estimación de las fuerzas vivas). Kant publicó muchas más obras sobre temas científicos, y llegó a ser profesor universitario en 1755. El tema de sus lecciones era la metafísica, la cual enseñó durante casi cuarenta años, incluso después de su ruptura con ésta. El manual para el curso estaba escrito por Alexander GottliebBaumgarten, autor del término «Estética» en su sentido moderno.


En AllgemeineNaturgeschichteundTheorie des Himmels (Historia general de la naturaleza y teoría del cielo, 1755), Kant diseñó la hipótesis de la nebulosa protosolar, en donde dedujo correctamente que el Sistema Solar se formó de una gran nube de gas, una nebulosa. De este modo intentaba explicar el orden del Sistema Solar, anteriormente visto por Newtoncomo impuesto por Dios desde el comienzo. Kant en su libro también dedujo correctamente que la Vía Láctea era un gran disco de estrellas, formada asimismo a partir de una nube giratoria. Además, sugirió la posibilidad de que otras nebulosas podían ser igualmente grandes discos de estrellas distantes, similares a la Vía Láctea, lo que dio origen a la denominación de Universos Isla para las galaxias, término en uso hasta bien entrado el siglo XX.


Desde este momento, Kant se concentró en temas cada vez más filosóficos, aunque continuaría escribiendo sobre las ciencias a lo largo de su vida. En los inicios de los años 1760, Kant concibió una serie de importantes obras de filosofía: Die falscheSpitzfindigkeit der viersyllogistischen Figuren erwiesen (La falsa sutileza de las cuatro figuras del silogismo), una obra sobre lógica, publicada en 1762. Aparecieron dos libros más al año siguiente: Versuch, den Begriff der negativenGrößen in der Weltweisheiteinzuführen (Ensayo para introducir el concepto de magnitudes negativas en la filosofía) y Der einzigmöglicheBeweisgrundzueinerDemonstration des DaseinsGottes (El único fundamento posible de una demostración de la existencia de Dios).


En 1764, Kant escribió Beobachtungenüber das Gefühl des SchönenundErhabenen (Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime) y quedó segundo tras MosesMendelssohn en un concurso de la Academia de Berlín con suUntersuchungüber die Deutlichkeit der Grundsätze der natürlichenTheologieund Moral (Sobre la nitidez de los principios de la teología natural y de la moral). En 1770, a la edad de 45 años, Kant fue nombrado finalmente Profesor de Lógica y Metafísica en la Universidad de Königsberg. Kant escribió su Disertación inaugural (De mundisensibilisatqueintelligibilis forma et principiis) en defensa de este nombramiento. Esta obra vio la aparición de muchos temas centrales de su obra madura, incluyendo la distinción entre las facultades del pensamiento intelectual y la receptividad sensible. Ignorar esta distinción significaría cometer el error de la subrepción y, como dice en el último capítulo de la disertación, la Metafísica tan sólo progresará evitando dicho error.


Giro hacia la crítica


A la edad de 46 años, Kant era un conocido erudito y un filósofo cada vez más influyente. Se esperaba mucho de él. Como respuesta a una carta de su alumno MarkusHerz, Kant llegó a reconocer que en la Disertación inaugural no había logrado dar cuenta de la relación y conexión entre nuestras facultades intelectuales y sensibles. También reconoció que David Hume le despertó del «sueño dogmático» (alrededor de 1770). Kant no publicó ningún trabajo de filosofía en los once años siguientes.


Kant dedicó su década silenciosa a trabajar en una solución para los problemas planteados. Aunque amante de la compañía y la conversación, Kant se aisló, pese a los intentos de sus amigos de sacarle de su aislamiento. En 1778, en respuesta a una de esas peticiones de un antiguo alumno, Kant escribió:


Cualquier cambio me hace aprensivo, aunque ofrezca la mejor promesa de mejorar mi estado, y estoy convencido, por este instinto natural mío, de que debo llevar cuidado si deseo que los hilos que las Parcas tejen tan finos y débiles en mi caso sean tejidos con cierta longitud. Mi sincero agradecimiento a mis admiradores y amigos, que piensan tan bondadosamente de mí hasta comprometerse con mi bienestar, pero, al mismo tiempo, pido, del modo más humilde, protección en mi actual estado frente a cualquier alteración.5


Cuando Kant salió de su silencio en 1781, el resultado fue la Crítica de la razón pura (Kritik der reinen Vernunft). Aunque hoy sea reconocida unánimemente como una de las más importantes obras en la historia de la filosofía, fue ignorada en el momento de su publicación inicial. El libro era largo, más de 800 páginas en la edición original en alemán, y escrito en un estilo seco y académico. Fue objeto de pocas reseñas, las cuales, además, no concedían importancia a la obra. Su densidad hacía de ella un «hueso duro de roer», oscurecida por «...toda esta pesada telaraña», según la describió Johann Gottfried Herder en una carta a Johann Georg Hamann.6


Esto contrasta intensamente con el elogio que Kant había recibido por obras anteriores, como la citada memoria de 1764 y otros opúsculos que precedieron a la primera Crítica. Estos tratados bien recibidos y legibles incluyen uno sobre el terremoto de Lisboa, que fue tan popular que se vendía por páginas.7 Antes de su giro hacia la crítica, sus libros se vendían bien, y para cuando publicó Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime en 1764, se había convertido en un autor popular de cierto renombre.8 Kant se decepcionó con la recepción de la primera Crítica. Reconociendo la necesidad de clarificar el tratado original, Kant escribió los Prolegómenos a toda metafísica futura (Prolegomenazueiner jeden künftigenMetaphysik, die alsWissenschaftwirdauftretenkönnen) en 1783, como un resumen de sus principales puntos de vista. También animó a su amigo Johann Schultz, a publicar un breve comentario sobre la Crítica de la razón pura.


La reputación de Kant aumentó gradualmente durante la década de 1780, gracias a una serie de obras importantes: el ensayo Respuesta a la pregunta: ¿Qué es Ilustración? (Beantwortung der Frage: WasistAufklärung?) de 1784; laFundamentación de la metafísica de las costumbres (GrundlegungzurMetaphysik der Sitten), de 1785 (su primera obra sobre filosofía moral), y Principios metafísicos de la ciencia natural (MetaphysischeAnfangsgründe der Naturwissenschaft), de 1786. Pero el reconocimiento final de Kant llegó desde una fuente inesperada. En 1786, Karl LeonhardReinhold comenzó a publicar una serie de cartas públicas sobre la filosofía kantiana. En estas cartas, Reinhold enmarcaba la filosofía de Kant como una respuesta a la principal controversia intelectual de la época: la Disputa sobre el Panteísmo. Friedrich Heinrich Jacobi había acusado al recientemente fallecido GottholdEphraimLessing (distinguido dramaturgo y ensayista filosófico) despinozismo. Esa acusación, equivalente a la de ateísmo, fue desmentida rotundamente por MosesMendelssohn, amigo de Lessing, y surgió una amarga disputa pública entre ellos. La controversia gradualmente escaló hasta convertirse en un debate general sobre los valores de la Ilustración y de la razón en sí misma. Reinhold mantenía en sus cartas que la Crítica de la razón pura de Kant podía resolver esta disputa defendiendo la autoridad y los límites de la razón. Las cartas de Reinhold fueron ampliamente leídas e hicieron a Kant el filósofo más famoso de su época.


OBRAS


Kant publicó una segunda edición de la Crítica de la razón pura en 1787, revisando en profundidad las primeras partes del libro. La mayoría de sus posteriores obras se centraron en otras áreas de la filosofía. Continuó desarrollando su filosofía moral, especialmente en la Crítica de la razón práctica (Kritik der praktischenVernunft, conocida como la segunda Crítica) de 1788 y la Metafísica de las costumbres (Metaphysik der Sitten) de 1797. La Crítica del juicio (Kritik der Urteilskraft, la terceraCrítica) de 1790 aplicaba el sistema kantiano a la Estética y la teleología. También escribió varios ensayos algo populares sobre historia, religión, política y otros temas. Estas obras fueron bien recibidas por los contemporáneos de Kant y confirmaron su posición preeminente en la filosofía del siglo XVIII. Había varias revistas dedicadas únicamente a defender y criticar la filosofía kantiana. Pero, a pesar de su éxito, las tendencias filosóficas se movían en otra dirección. Muchos de los discípulos más importantes de Kant (incluyendo a Reinhold, Beck y Fichte) transformaron la posición kantiana en formas de idealismo cada vez más radicales. Esto marcó la aparición del Idealismo alemán. Kant se opuso a estos desarrollos y denunció públicamente a Fichte en una carta abierta9 en 1799. Fue uno de sus últimos actos filosóficos. La salud de Kant, mala desde hacía mucho tiempo, empeoró, y murió en Königsberg el 12 de febrero de 1804, murmurando la palabra «Genug» («suficiente», «basta») antes de expirar.10 Su inacabada obra final, el fragmentario Opus postumum, fue (como su título sugiere) publicada póstumamente.


Han surgido una variedad de creencias populares con respecto a la vida de Kant. A menudo se sostiene, por ejemplo, que Kant maduró tardíamente, que sólo se convirtió en un filósofo importante a sus cincuenta y tantos años después de rechazar sus anteriores puntos de vista. Aunque es cierto que Kant escribió sus mejores obras relativamente tarde en su vida, hay una tendencia a infravalorar el valor de sus obras anteriores. Los estudios recientes sobre Kant han dedicado más atención a estos escritos «precríticos» y se ha reconocido una cierta continuidad con sus obras maduras.


Muchos de los mitos comunes acerca de las peculiaridades personales de Kant se enumeran, explican y refutan en la introducción del traductor inglés Goldthwait de las Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime.11 A menudo se sostiene que Kant vivió una vida muy estricta y previsible, lo que lleva a la historia a menudo repetida de que sus vecinos ponían los relojes en hora cuando daba sus paseos diarios.12 De nuevo, esto es cierto sólo en parte. Mientras fue joven, Kant fue una persona muy sociable y un apasionado de los convites durante la mayor parte de su vida. No se casó nunca. Únicamente en una época más avanzada de su vida, la influencia de su amigo, el comerciante inglés Joseph Green, hizo que Kant adoptara un estilo de vida más regular.


QUIEN ES?


Immanuel Kant (ɪˈmaːnu̯eːl ˈkant) (Königsberg, Prusia, 22 de abril de 1724 – , Königsberg,12 de febrero de 1804) fue unfilósofoalemán de la Ilustración. Es el primero y más importante representante del criticismo y precursor del idealismo alemány está considerado como uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna y de la filosofía universal.


Entre sus escritos más destacados se encuentra la Crítica de la razón pura (Kritik der reinen Vernunft), calificada generalmente como un punto de inflexión en la historia de la filosofía y el inicio de la filosofía contemporánea. En ella se investiga la estructura misma de la razón. Así mismo se propone que la metafísica tradicional puede ser reinterpretada a través de la epistemología, ya que podemos encarar problemas metafísicos al entender la fuente y los límites del conocimiento. Sus otras obras principales son la Crítica de la razón práctica, centrada en la ética; la Crítica del juicio, en la que investiga acerca de la estética y la teleología y La metafísica de las costumbres que indaga en la filosofía del Derecho y del Estado.


Kant adelantó importantes trabajos en los campos de la ciencia, el derecho, la moral, la religión y la historia, inclusive creía haber logrado un compromiso entre el empirismo y el racionalismo. Planteando la primera que todo se adquiere a través de la experiencia mientras que la segunda mantiene que la razón juega un papel importante. Kant argumentaba que la experiencia, los valores y el significado mismo de la vida serían completamente subjetivos si antes no habían sido subsumidos por la razón pura, y que usar la razón sin aplicarla a la experiencia, nos llevaría inevitablemente a ilusiones teóricas.


El pensamiento kantiano fue muy influyente en la Alemania de su tiempo, llevando la filosofía más allá del debate entre elempirismo y el racionalismo. Fichte, Schelling, Hegel y Schopenhauer se vieron a sí mismos expandiendo y complementando el sistema kantiano de manera que justificaban el idealismo alemán. Hoy en día, Kant continúa teniendo una gran influencia en la filosofía analítica y continental















Autonomía de la voluntad
Autores/             aportes

Kant explica en el siguiente texto la autonomía de la voluntad como la capacidad que tiene el sujeto para darse leyes a sí mismo, y ello sin ningún interés, ni propio ni ajeno (lo que haría que sus imperativos fueran condicionados y no mandatos propiamente morales).

Colin y Capitant, por su parte, afirman que la autonomía de la voluntad consiste en que los particulares pueden ejecutar todos los actos jurídicos que quieran y hacerles producir las consecuencias jurídicas que les convengan, con ciertas limitaciones.


Siguiendo a León Duguit se puede  manifestar que la autonomía de la voluntad es un elemento de la libertad general; es la libertad jurídica y es, en suma, el poder del hombre de crear por un acto de voluntad una situación de derecho, cuando este acto tiene un objeto lícito. En otros términos, en el sistema civilista, la autonomía de la voluntad es el poder de  querer jurídicamente, y por lo mismo el derecho a que ese querer sea socialmente protegido
.








Conceptualización

La autonomía de la voluntad es poder que se expresa principalmente a través del contrato, entendiéndolo como el instrumento jurídico de la autonomía privada, porque él le permite a ella crear relaciones jurídicas, autorregular la vida privada de los sujetos. Aunque actualmente nadie discute el carácter de principio de derecho privado que tiene la autonomía de la voluntad, algunos autores advierten que no debe confundirse a la autonomía de la voluntad con la libertad general, concepto que lo comprende, pero que pertenece al plano filosófico.
Palabras claves/ definidas

Autonomía: deriva de los vocablos latinos autos (por uno mismo) y nomos (ley) o sea darse alguien sus propias leyes, sin ingerencias extrañas. Significa por lo tanto ausencia de dependencia, de lazos y presiones para ejercitar las ideas, pensamientos o acciones.

Voluntad: (del latín voluntas) es la facultad de ordenar la propia conducta. Se trata de una propiedad de la personalidad que apela a una especie de fuerza para concretar una acción según un resultado esperado.

Poder: tiene múltiples definiciones y usos. La palabra se utiliza para hacer referencia a la facultad, facilidad o potencia para hacer algo. El poder implica también tener más fuerza que alguien y vencerle en una lucha física o en una discusión.

 Libertad: es un concepto abstracto de difícil definición. La noción suele estar vinculada a la facultad del ser humano que le permite llevar a cabo una acción de acuerdo a su propia voluntad.

 Limitación: es la acción y efecto de limitar o limitarse. El verbo limitar refiere a poner límites a algo, mientras que la noción de límite está vinculada a una línea que separa dos territorios, al extremo a que llega un determinado tiempo, al extremo que puede alcanzar lo anímico y lo físico o a una restricción.
Fundamentos

La razón, que puede

Fundamentos
La razón, que puede influir de dos modos sobre la voluntad:
a) forma inmediata:indicándonos cuál es nuestro deber; enseñándonos fines finales: Hume consideró que la razón sólo puede enseñarnos los medios para alcanzar fines, fines no propuestos por ella misma sino por la esfera del gusto. Sin embargo, Kant creyó que la razón puede dar al sujeto normas de conducta, mostrarle la acción correcta y la incorrecta, enseñarle la conducta buena en sí misma y mala en sí misma;. la conciencia moral o conocimiento inmediato del deber es precisamente expresión de la razón determinando la voluntad;
b)forma mediata:mostrándonos los medios adecuados para la realización de un fin querido por nosotros, como cuando utilizamos nuestra razón para establecer el modo más adecuado de realizar un deseo.
La inclinación: los deseos y apetitos empíricos (por ejemplo, los relacionados con el cuerpo) pueden influir en nuestra voluntad y determinarla para la realización de lo conveniente para su cumplimiento.






Palabras claves/ definirlas

Autonomía:en filosofía, psicología y sociología, es la capacidad de tomar decisiones sin intervención ajena.

Voluntad: es la facultad de decidir y ordenar la propia conducta. Propiedad que se expresa de forma conscienteen el ser humano y en otros animales para realizar algo con intención.
· Libertad: es la capacidad que posee el ser humano de poder obrar según su propia voluntad, a lo largo de su vida; por lo que es responsable de sus actos.1 Históricamente, en especial desde las Revoluciones burguesasdel siglo XVIII y XIX, la libertad suele estar muy unida a los conceptos de justicia e igualdad.
Problematice el texto desde la realidad vivenciada el aula?


Punto de vista reflexión

miércoles, 7 de marzo de 2012

TALLER 2




Jürgen Habermas





(Düsseldorf, Alemania, 1929) Sociólogo y filósofo alemán. Principal representante de la "segunda generación" de la Escuela de Frankfurt, entre 1955 y 1959 trabajó en el Instituto de Investigación Social de la ciudad. Enseñó filosofía en Heidelberg y sociología en Frankfurt, y dirigió el Instituto Max Planck de Starnberg entre 1971 y 1980. En 1983 obtuvo la cátedra de Filosofía y Sociología en la Universidad de Frankfurt.

Heredero de la "dialéctica de la ilustración" de Adorno y Horkheimer en su proyecto sociológico y filosófico de una reflexión moral sobre el desarrollo del capitalismo avanzado, Habermas propone un marxismo no ortodoxo que abandona la idea marxista de una organización exclusivamente productivista de la sociedad, causa de un empobrecimiento de la esfera vital.



Su obra filosófica trata de recuperar un punto de contacto entre teoría y praxis, frente a la pretendida neutralidad de los saberes positivos y científicos. Según Habermas, no es posible una objetividad ajena a valores e intereses, razón por la cual aquellos saberes resultan reductores, en la medida en que se basan en una razón meramente instrumental. Resultado de ello, siguiendo su crítica, es la creciente burocratización de la sociedad a todos los niveles y la despolitización de los ciudadanos.


A través del proyecto de una racionalidad discursiva, que contrapone a la tecnológica, Habermas indica, en una teoría de la acción comunicativa, el método para escapar a la continua desvalorización de lo vivido. Las acciones comunicativas, al contrario de las de tipo instrumental o estratégico, no se basan en la estructura de la actividad dedicada a un objetivo. En ellas los proyectos de acción de los participantes se coordinan con actos de comprensión, que se basan en el supuesto de un entendimiento posible y en una coincidencia de sus proyectos vitales. Esta "razón comunicativa", fundamentada en el carácter intersubjetivo y consensual de todo saber, devolvería a la sociedad el control crítico y la orientación consciente de fines y valores respecto de sus propios procesos.

En 2003 le fue concedido el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales y en 2005 el Premio Holberg.


Entre sus principales escritos destacan Historia y crítica de la opinión pública (1962), Teoría y práctica(1963), La lógica de las ciencias sociales (1967),Conocimiento e interés (1968), Ciencia y técnica como ideología (1968), Cultura y crítica (1973), La crisis de la racionalidad en el capitalismo evolucionado (1973), La reconstrucción del materialismo histórico (1976), Teoría de la acción comunicativa (1981), Conciencia moral y acción comunicativa (1983) y El discurso filosófico de la modernidad (1985).

entre sus principales escritos destacan Historia y crítica de la opinión pública (1962), Teoría y práctica (1963), La lógica de las ciencias sociales (1967), Conocimiento e interés (1968), Ciencia y técnica como ideología (1968), Cultura y crítica (1973), La crisis de la racionalidad en el capitalismo evolucionado (1973), La reconstrucción del materialismo histórico (1976), Teoría de la acción comunicativa (1981), Conciencia moral y acción comunicativa (1983) y El discurso filosófico de la modernidad (1985). En 2003 le fue concedido el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales y en 2005 el Premio Holberg.

Ahora bien, la obra de Heidegger, aborda, al tratar problemas ontológicos, también problemas de tipo semiótico; es de este modo que influye directamente en los hermenéuticos: Paul Ricoeur, Rüdiger Bubner y Hans-Georg Gadamer


OBRAS

ETAPAS

La obra de Heidegger suele entenderse como separada en dos períodos distintos cuya ruptura se encontraría en el viraje (Kehre) experimentado por su enfoque filosófico, por lo que es habitual hablar de dos etapas o momentos en su pensamiento. Digamos que esta escisión señalada por estudiosos y críticos de su obra, el filósofo nunca la aceptó: 
Momento en que se sirve de la analítica existencial como instrumento o «prolegómeno» para replantear la pregunta tradicional de la metafísica, la pregunta por el «ser», como pregunta por el «sentido del ser» (claramente desde los primeros párrafos de Ser y tiempo). En esta etapa se concluye que el sentido del ser es íntimamente dependiente del tiempo, por esto podemos considerar la primera etapa como marcada por una búsqueda del «ser del tiempo». 
Un segundo periodo en el que, como el propio autor señala, concibe su pensamiento como el desarrollo de una «historia del ser». El objetivo fundamental de esta «historia del ser» radica en la comprensión de los vínculos entre el desarrollo de la cuestión del ser en la filosofía y la historia de Occidente (aunque no señalado por muchos encarar este momento según este enfoque, nos lleva a reminiscencias hegelianas). Esta segunda etapa ya no pretende abordar el «ser del tiempo» sino que se encara frente a los «tiempos del ser», en este sentido puede ser comprendido en viraje que se produce en su filosofía. 


Sin embargo, en ambos períodos hay un mismo objetivo unificador: la elaboración y consiguiente respuesta a la pregunta por el sentido del ser (Sein). 


El primer periodo viene marcado por su principal obra, Ser y tiempo (1927), obra que pretende abordar la pregunta por el sentido del ser pero que, quedando inconclusa, se centra en el estudio de la existencia humana. En esta obra confluyen, principalmente, tres tradiciones filosóficas: Historicismo y Hermenéutica a través de la lectura de Dilthey, Irracionalismo (Kierkegaard) y Fenomenología (Husserl). 


En la segunda etapa de su pensamiento, cuyos primeros síntomas se perciben en su texto sobre La esencia de la verdad, el filósofo estudia la historia de la metafísica como proceso de olvido del ser, desde Platón, y como caída inevitable en el nihilismo (cuando se piensa el ente tan sólo, éste termina por aparecer vacío). En este sentido será fundamental su obra Nietzsche, obra donde se define su concepto de nihilismo. 


De esta época son especialmente interesantes las obras en que revisa la historia de la filosofía, a través de las que irá aflorando una «nueva metafísica» cuyo germen ya estaba presente en su obra Ser y tiempo, sólo que allí permaneció oculta entre los diversos y penetrantes análisis sobre el hombre entendido como Dasein —ser-ahí—, que llevó a cabo. 

Ser y tiempo plantea ideas centrales de todo su pensamiento. En ella, el autor parte del supuesto de que la tarea de la filosofía consiste en determinar plena y completamente el sentido del ser, no de los entes, entendiendo por «ser», en general, aquello que instala y mantiene a los entes concretos en su entidad.


Artículo principal: Ser y tiempo


En la comprensión heideggeriana, el hombre es el ente abierto al ser, pues sólo a él «le va» su propio ser, es decir, mantiene una explícita relación de co-pertenencia con él. La forma específica de ser que corresponde al hombre es el «ser-ahí» (Dasein), en cuanto se halla en cada caso abocado al mundo, lo cual define al «ser-ahí» como «ser-en-el-mundo» (según traduce José Gaos) o «estar-en-el-mundo» (según vierte Jorge Eduardo Rivera). De esa estructura parte la analítica existencial del Dasein, que en Ser y tiempo juega el papel de ontología fundamental. 


La distinción de la filosofía moderna, desde Descartes, entre un sujeto encerrado en sí mismo que se enfrenta a un mundo totalmente ajeno es inconsistente para Heidegger: el ser del hombre se define por su relación con el mundo, relación cuya forma de ser no consiste en un «comercio» entre sujeto y objeto, o en una teoría del conocimiento que también los implique, sino que es propia de la existencia (Dasein) como «ser-en-el-mundo», y encuentra su fundamento ontológico en el «Cuidado» (Rivera) o «Cura» (Gaos) (Sorge). Estas categorías (en rigor, existenciales o existenciarios [Existenzialien]) le sirven para comprender por dónde pasa la diferencia entre una vida auténtica, que reconozca el carácter de «caída» que tiene la existencia (propiedad), es decir, la imposibilidad de dominar su fundamento (el ser), y una vida inauténtica o enajenada, que olvida el ser en nombre de los entes concretos (impropiedad). 


La dimensión temporal del ser y la dimensión temporal del hombre —en cuanto proyecto del «ser-ahí» y enfrentamiento a la muerte (el ser-ahí es también «estar vuelto hacia la muerte» [Sein zum Tode])—, sería el otro gran olvido de la filosofía clásica. El esfuerzo de Heidegger por pensar el ser como relación de los entes en el tiempo está en la base del posterior movimiento hermenéutico.




-Martin Heidegger







(Messkirch, Alemania, 1889-Todtnauhaberg, actual Alemania, 1976) Filósofo alemán. Discípulo de Husserl, su indiscutible preminencia dentro de la filosofía continental se ha visto marcada siempre por la polémica, sobre todo la de su adhesión al régimen nacionalsocialista, manifestada en el discurso que pronunció en la toma de posesión de la cátedra en la Universidad de Friburgo (1933). La renuncia a la cátedra, muy poco después de ocuparla, no evitó que en 1945 fuera destituido como docente en Friburgo, tras la ocupación de Alemania por los aliados.

Sólo en el año 1952 se reincorporó, si bien su actividad académica fue ya mucho menos constante. Aunque recibió de algunos de sus discípulos, como Marcuse, la sugerencia insistente de que se retractara públicamente de su discurso de 1933, el filósofo desestimó el consejo y nunca quiso dar explicaciones. Si bien para algunos es imposible abordar su obra sin reservas, la mayoría de filósofos y estudiosos actuales prefieren tomar el trabajo de Heidegger en su sentido estrictamente filosófico, que no resulta menos controvertido. Desde la filosofía analítica, su obra ha sido criticada con dureza, sobre todo por Carnap. Pero el pensamiento heideggeriano también ha suscitado adhesiones entusiastas: así, la filosofía francesa de las décadas de 1960 y 1970 (Derrida, Lévinas, Ricoeur) admiró la capacidad de precisión de su lenguaje, así como su aportación al discurso humanístico.

La obra de Heidegger suele entenderse como separada en dos períodos distintos. El primero viene marcado por Ser y tiempo, obra que, pese a quedar incompleta, plantea buena parte de las ideas centrales de todo su pensamiento. En ella, el autor parte del presupuesto de que la tarea de la filosofía consiste en determinar plena y completamente el sentido del ser, no de los entes, entendiendo por «ser» (aunque la definición de este concepto ocupa toda la obra del autor, y es en cierto sentido imposible), en general, aquello que instala y mantiene a los entes concretos en la existencia.

En la comprensión heideggeriana, el hombre es el ente privilegiado al que interrogar por el ser, pues sólo a él «le va» su propio ser, es decir, mantiene una específica relación de reconocimiento con él. La forma específica de ser que corresponde al hombre es el «Ser-ahí» (Dasein), en cuanto se halla en cada caso abocado al mundo, lo cual define al «ser-ahí» como «Ser-en-el-mundo». La distinción de la filosofía moderna, desde Descartes, entre un sujeto encerrado en sí mismo que se enfrenta a un mundo totalmente ajeno es inconsistente para Heidegger: el ser del hombre se define por su relación con el mundo, que es además práctica («ser a-la-mano») antes que teórica («ser ante-los-ojos»).
Estas categorías le sirven para comprender por dónde pasa la diferencia entre una vida auténtica, que reconozca el carácter de «caída» que tiene la existencia, es decir, la imposibilidad de dominar su fundamento (el ser), y una vida inauténtica o enajenada, que olvide el ser en nombre de los entes concretos. La dimensión temporal del ser, en cuanto proyecto del «ser-ahí» y enfrentamiento a la muerte (el ser-ahí es también «ser-para-la-muerte»), sería el otro gran olvido de la filosofía clásica. El esfuerzo de Heidegger por pensar el ser como relación de los entes en el tiempo está en la base del posterior movimiento hermenéutico.

En la segunda etapa de su pensamiento, el filósofo estudia la historia de la metafísica como proceso de olvido del ser, desde Platón, y como caída inevitable en el nihilismo (cuando se piensa el ente tan sólo, éste termina por aparecer vacío). En sus últimas obras, realiza un acercamiento al arte como lugar privilegiado donde se hace presente el ser. Para Heidegger, se hace también necesario rehabilitar los saberes teórico-humanísticos, a fin de mostrar que lo que constituye a todo hombre en cuanto tal no es su capacidad material de alterar el entorno, sino la posibilidad que tiene de hacer el mundo habitable: el hombre debe comprender que no es «el señor del ente sino el pastor del ser» y que «el lenguaje es la casa del ser». Antes que la técnica, el lenguaje, y en general la conciencia (la capacidad de interrogarse del Dasein), son los dos elementos que constituyen al hombre en cuanto existente o, lo que es lo mismo, en cuanto hombre.

Bibliografía

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/h/heidegger.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/J%C3%BCrgen_Habermas








 ¿Qué se entiende por acción de comunicación?

 Acción comunicativa se refiere a la interacción de a lo menos dos sujetos capaces de lenguaje y de acción que entablan una relación interpersonal”.

La acción comunicativa es definida como “una interacción mediada por símbolos” Tiene como núcleo fundamental las normas o reglas obligatorias de acción que definen formas recíprocas de conducta y han de ser entendidas y reconocidas intersubjetivamente. Este tipo de acción da lugar al marco institucional de la sociedad en contraposición a los sistemas de acción instrumental y estratégica.

¿Por qué se habla de ética en la comunicación?

La ética de la comunicación tiene que partir del diálogo, de la aceptación de la libertad de otros, sin universales absolutos. El imperativo categórico actual debería de esa ética es: sé libre

Rafael Capurro dice que la sociedad del conocimiento ha significado la revitalización y el crecimiento exponencial de las investigaciones y actividades académicas sobre ética, además exigen asegurar la separación entre ética de moral. La primera es una actividad crítica y reflexiva sobre las normas y las reglas (explícitas e implícitas) que rigen la vida humana, diríamos, una ciencia. La moral, sin embargo, consiste en la elección y asunción de normas.

Ética y moral se relacionan, pues, pero no se confunden. Incluso aunque, a veces, el uso de los términos pueda ser laxo y llegue a hablarse de “códigos éticos” cuando, en todo caso sería “códigos morales”. En el momento actual, la ética de la comunicación tiene que tomar distancia crítica con respecto a la agenda comunicativa de la sociedad y de la política. Explica Rafael Capurro que conviene que la ética, como reflexión crítica que es, no esté desvinculada del mundo, pero que, en la medida en que forma parte del mundo del pensamiento y las ideas, se tome su tiempo para la meditación, para la profundización… Algo que la urgencia político-mediática, a veces, no consiente

Autores-representantes y aportes de la acción de la comunicación

Aristóteles: definió el estudio de la comunicación como la búsqueda de "todos los medios de persuasión que tenemos a nuestro alcance". Analizó las posibilidades de los demás propósitos que puede tener un orador. Sin embargo dejó muy claramente asentado que la meta principal de la comunicación es la persuasión, es decir, el intento que hace el orador de llevar a los demás a tener su mismo punto de vista. Este tipo de enfoque del propósito comunicativosiguió siendo popular hasta la segunda mitad del siglo XVIII, aunque el énfasis ya no se pusiera sobre los métodos de persuasión, sino en crear buenas imágenes del orador.

Habermas propone un modelo que permite analizar la sociedad como dos formas de racionalidad: La racionalidad sustantiva del mundo de la vida y La racionalidad formal del sistema. El mundo de la vida representa una perspectiva interna como el punto de vista de los sujetos que actúan sobre la sociedad. Habermas en Teoría de la Acción Comunicativa, denomina acciones sólo a aquellas manifestaciones simbólicas, la acción regulada por normas y la acción dramatúrgica entra en relación al menos con un mundo, pero siempre con el mundo objetivo. A la esfera del trabajo, contrapone el ámbito de la acción comunicativa, que define como "una interacción mediada por símbolos". Dicha acción tiene como núcleo fundamental las normas o reglas obligatorias de acción que definen formas recíprocas de conducta y han de ser entendidas y reconocidas intersubjetivamente.

Palabras claves definidas

Comunicación: es el proceso mediante el cual se puede transmitir información de una entidad a otra. Los procesos de comunicación son interacciones mediadas por signos entre al menos dos agentes que comparten un mismo repertorio de
signos y tienen unas reglas semióticas comunes.

Acción: Ejercicio de la facultad de hacer o realizar alguna cosa que tiene un ser

Libertad: Facultad que tiene el ser humano de obrar o no obrar según su inteligencia y antojo.

Interacción: Acción que se ejerce recíprocamente

Inteligibilidad: Cualidad de inteligible

Hablantes: Persona que realiza el enunciado en el acto de comunicación

Contexto: Conjunto de circunstancias que rodean o condicionan un hecho

¿Cuál es su punto de vista?

Cuando hablamos de acción comunicativa hacemos referencia a la acción recíproca entre dos individuos colocando en práctica símbolos; que básicamente consiste en la representación de una idea que se percibe con los sentidos y que presenta rasgos vinculados a una convención socialmente aceptada; teniendo en cuenta como eje primordial las normas y la ética, porque para entablar una conversación se debe tener en cuenta el respeto mutuo, además quien habla pisa una dimensión en la que aparecen claros los conceptos verdad/mentira, justicia e injusticia. El lenguaje nos da la posibilidad de consensuar normas de comportamiento y de propiciar, por tanto, el progreso histórico